por Javier Sosa
A la memoria de Asher Brown, Billy Lucas, Seth Walsh y Tyler Clementi.
Habitamos un nuevo mundo tecnocrático y extraño donde “lxs chicxs se comportan como chicxs”, inconscientes de las consecuencias que una acción virtual puede tener en la triple doble ve. Un mundo donde la homofobia y el acoso pueden convertir una foto o un video en un arma mortal. Un mundo online salvaje y despiadado, oculto detrás de la pantalla, donde la educación no sólo resulta insuficiente sino que parece carecer de valores y contenidos actitudinales.
Y enseguida ocurre: un click, un nick, en Face o un tweet. Una frase, una foto, un video... La interacción explota y propaga el rumor, el dato, la novedad... las furias de la curiosidad digital cubren distancias insospechadas en segundos. De pronto un/a adolescente LGTB recibe un SMS, dos, diez... cien en una semana, según reportes. Se suman los e-mails y los blogs o perfiles en redes sociales creados para ridiculizar y ofender. Gota a gota, la tortura china va perforando la piel y el craneo hasta llegar al cerebro...destruyendo un corazón y terminando con una vida.
Ante un suicidio adolescente LGTB por ciberacoso nos vuelve a sorprener la misma pregunta: ¿es un juego inocente que vulnera la privacidad por simple curiosidad acompañado de la publicidad de esa intimidad diferente o es pura maldad producto de la etapa de desarrollo además guiada por los prejuicios aprendidos e internalizados como homofobia? Quizás las respuestas sean insuficientes y lo importante sean las acciones. Quizás la escuela no enseña cómo usar Internet responsablemente.
El aula es un microcosmos de la sociedad. El mundo sigue siendo hostil para muchos alumnxs LGTB. La tecnología es un arma al servicio de gente que desconoce las consecuencias de sus actos y desconoce lo que produce la homofobia. La escuela silencia la sexualidad y el acoso escolar se vive en secreto por el resguardo que un/a adolescente hace de su identidad sexual ante un mundo que supone y prefiere la heterosexualidad, sabiendo que probablemente sea la familia, en primer lugar, quien lo/la rechace o humille.
No existe una educación ética del uso de Internet en la escuela. La cultura online, con sus nombres de perfil y sus cuentas alternativas, fomenta el anonimato que habilita a la gente, en especial lxs jóvenes quienes son incapaces de predecir la consecuencia de sus actos y repudian los límites de una figura de autoridad, a actuar sin levantar sospechas y de manera impune. La mayor incapacidad adolescente pasa por no tener oportunidades para aprender que las reglas básicas de convivencia y los valores de una sociedad justa en juego en la vida real deben aplicarse a la interacción en la red.
Muchas víctimas del ciberacoso ni siquiera desean denunciarlo por la falta de una respuesta adecuada en casos similares previos. En el peor escenario la denuncia se les vuelve en contra porque las autoridades actúan de maneras que agravan la situación, ya sea volviéndose en contra de la víctima o empeorando la relación de pares fuera del aula entre las personas involucradas. Los reportes indican que la mitad de lxs adolescentes no heterosexuales son objeto de ciberacoso homofóbico. Lo que muchos adultos no comprenden por la brecha digital es que Internet es el mundo que lxs jóvenes más habitan y que cualquier acción virtual tiene profundas implicancias en las interacciones reales cara a cara y día a día.
Como inmigrantes digitales tardíos, lxs adultos desconocen los muchos rincones que tiene Internet. ¿Qué sensación de ser comprendidx puede tener un/a adolescente ante el ciberacoso homofóbico? En contraste, existe una excesiva concentración sobre la seguridad de los datos en Internet pero no sobre la seguridad de las personas y del impacto del acoso homofóbico en el mudo real. La discriminación por ciberacoso basado en la orientación sexual es homofobia y la homofobia no se menciona en al aula como una forma de violencia a erradicar. Esto ocurre por la ausencia de educación en una sexualidad inclusiva desde la infancia en la familia y en la escuela.
Internet está en su infancia y carece de madurez humana. La tecnología avanza a un paso veloz que lxs jóvenes vienen siguiendo y lxs adultos, retrasados, parecen no poder controlar o educar en consecuencia. La inmadurez no es sólo producto de la infancia y la adolescencia. La inmadurez tecnológica y sexual inclusiva de lxs adultos es grave. Más aún si contemplamos que vivimos en una sociedad donde la lucha contra el autoritarismo nos ha dejado vacíos de autoridad. Y sin ley, sin límite educador, sin cuidado, todxs estamos en crisis y somos responsables.
No sólo la educación debería apuntar a cubrir las necesidades de información que la sociedad tiene sobre sexualidad a fin de erradicar prejuicios y propiciar valores de respecto y convivencia, también es necesario comprender la carga de realidad que el mundo virtual tiene en nuestras vidas. Pero lo más importante, sin dudas, es educar para la vida social de la sexualidad adolescente diferente a la heterosexual (o "salida del closet"), es decir, ayudar a que la familia, la escuela y la sociedad acepten la sexualidad humana diversa y plena. Y, fundamentalmente, reforzar la autoestima de lxs alumnxs LGTB para que sepan que "se sale adelante", que "los obstáculos están hechos a la medida de nuestra capacidad para superarlos" y que la vida ofrece muchas instancias de realización personal en la pareja y en el trabajo futuros que distan del peso emocional que alguna vez la homofobia supo tener en nuestro pasado. Lo que en definitiva debemos hacer es educar para una sociedad que valore más la esperanza y la humanidad que el acoso y la hostigación por prejuicios e ignorancia. Lo que esencialmente debemos replantear es si podemos definir y comprender cuáles son los nuevos contextos en donde la vida o la muerte se ponen en juego.
5 comentarios:
Los padres y el colegio no sólo no comprenden la importancia que tiene hoy día internet en la vida adolescente, sino que en la mayor parte de las veces, todavía no se dieron cuenta que la web vino a ocupar un espacio que antes les pertenecía a ellos. Quizas no ocuparse de este problema sea una visión cómoda para muchos, hasta que no pasa nada grave cerca. Muy buena la nota, como todo el blog
Me llegan mucho este tipos de temas...porq problematicas como el ciber acoso son graves y de poca divulgacion.. hay gente que vive en la ignorancia de estos riezgos, y mucho menos hay leyes que regulen este tipo de cosas..
Solo si trabakjamos unidos, entre amigos, en espacios comoe ste y denunciamos este tipo de cosas podemos empezar a cambiar algo... YO DENUNCIO EL ABUSO ...
Gracias Ricardo. Tu valoración y tu análisis nos ayuda a seguir trabajando por una sociedad más justa! Lo que planteas es cierto y complejo. Nos alegra que participes.
Gracias por tu convicción y tu trabajo Luciano. Tu postura de denuncia y tu reflexión es siempre un aporte valorado para construir opinión entre lxs seguidorxs. ¡Sigamos participando y construyendo!
muy interesante el art. quizas mas de uno de nosotros fue victima de discriminacion de niños, por ahi de una forma diferente a la que menciona el art., agravada por los medios de comunicacion que hay hoy disponibles, pero no menos dolorosa, quien puede superar esa etapa se fortalece y eso queda como algo doloroso o un mal recuerdo, pero niños mas debiles quizas no lo pueden tolerar y quedan en el camino.
es importante no fomentar la discriminacion por parte de los niños, al que esdiferente en lo fisico, en su aspecto o en su inclinacion sexual, que aveces es muy marcada aun siendo pequeños. tenemos que fomentar la toleracia desde pequeños y nosotros dar el ej. por que ellos son el reflejo de lo que ven en sus casas.
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