La enunciación como construcción psicosocial de la identidad afectivo sexual



De dónde proviene la necesidad heterocéntrica de afirmar que una declaración asertiva del tipo "soy gay/lesbiana/transexual/bisexual...etc" que ponga en juego la revelación de la propia orientación sexual no tiene razón de ser. Esto es, que un sujeto heterosexual recomiende a otro sujeto que se sabe homosexual no declarar ni "aclarar públicamente" su orientación sexual dando como principal argumento la creencia: ¿por qué si los heterosexuales no aclaramos nuestra orientación sexual si deberían hacerlo los otros?

Pues bien, se podrían deslizar varias respuestas. A mi entender la mas probable es aquella idea que implica una especie de negación inconsciente de la existencia del otro, es decir, una creencia según la cual las diferencias entre los sujetos quedan relegadas al plano de las "realidades meramente individuales" o "privadas", área bajo la cual quedarían subsumidas e invisibilizadas también prácticas y conductas. ¿Acaso puede remitirse el término sexualidad sólo a comportamientos sexuales? La sexualidad ha sido una espacio apropiado a largo de la historia por distintos estamentos de poder, a saber, religión, economía, política, educación, entre otros. ¿No es acaso sólo y casi únicamente en la tierra de las palabras, de las encunciaciones, de frases conciliatorias, ofensivas, peligrosas, amenazantes, estatuyentes, destituyentes, de admición y de negación, de donde surgen los sujetos con toda su fuerza y presencia si y solo si en el campo del lenguaje?

Indudablemente no hay otro lugar sino la lengua, ámbito público por naturaleza, espacio desde el cual los hombres toman, por ejemplo, un nombre para consignar un lugar y un punto en un linaje y desde el cual están destinados a construir una identidad, o sea un conjunto de sentidos , significaciones y experiencias que inevitablemente darán forma y destino a un cuerpo biológico, un sendero de símbolos y de rasgos distintivos y no al revés.

Es allí en el decir(se) donde nace el mandato de construirse y reconstruirse a través de lo público, del derrotero de relatos siempre distintivos y singulares. ¿Cómo existir sin nombrarnos frente a los otros? ¿Puede ser pasado por alto el hecho de abrir un espacio, una hendidura o, en otras palabras, portar un signo o una insignia para darnos existencia? ¿Podríamos nombrarnos por fuera del espacio de los otros?

Leonardo J. D'Angelo

Autoestima Gay, Lésbica, Bisexual y Trans


Muchxs de nosotrxs hemos sido afectadxs por los mensajes sociales que denigran nuestra existencia. Casi todos los mensajes que oímos intentan forzarnos a esconder nuestras emociones más profundas mientras que las personas heterosexuales reciben halagos por interesarse en el sexo opuesto. En efecto, existe un abuso emocional y una violación espiritual durante nuestra infancia. Y tenemos que cambiar nuestro comportamiento por el abuso recibido, el cual nos obliga a negar nuestros sentimientos antes de comenzar el proceso de aceptación propia para declararnos ante lxs demás.

La soledad puede sentirse como el peor enemigo. Pero no lo es. El problema es olvidarse que el enemigo existe hasta la próxima vez que nos topamos con él. El enemigo lleva comúnmente el nombre de homofobia internalizada, nuestra crianza nos ha llevado a internalizar los mismos mensajes heterosexistas de lxs demás. Incluso nuestros padres generalmente tienen grandes obstáculos para aceptarnos una vez que lo saben. Igualmente su desafío no es comparable al nuestro. Nuestra opresión interna es más aterradora que cualquier otro sentimiento pudieran tener sobre nosotrxs. Aceptarnos a nosotros mismos es el primer paso, ¿pero cuáles son los próximos?

Tener una identidad afectivo sexual positiva no resuelve las dificultades que se presentan en la vida social. Existe ignorancia e información errónea que subyacen en el imaginario social y esto resulta en desigualdad. Esta desigualdad significa que muchxs enfrentamos el desempleo, la pérdida del trabajo o trabas en el ascenso cuando uno habla abiertamente de su orientación sexual. Las relaciones familiares pueden desgastarse, a veces indefinidamente. Podemos sentir vergüenza ante la incomprensión o el rechazo ajeno. La homofobia y el heterosexismo existen en todas partes y su repercusión se manifiesta desde la evasión o la mirada despectiva hasta los insultos, la agresión física y la muerte. Mucha gente en nuestra sociedad no lo comprende.

¿Por qué entonces deberíamos desarrollar una identidad positiva? ¿No es demasiado? ¿No sería mejor si la reservásemos para nosotrxs mismxs simulando ser heterosexuales? La respuesta es un NO absoluto. Las consecuencias psicológicas son extremadamente dañinas. Además de los intentos de suicidio otros estados incluyen la ausencia de pasión en la vida, la falta de sentido de vitalidad y los sentimientos de agotamiento personal. Una identidad afectivo sexual negaiva conduce a todo tipo de conflictos emocionales, en particular a la ansiedad y a la depresión.

El hecho de actuar la heterosexualidad es una estrategia adolescente que con el tiempo resulta insana o autodestructiva por el estrés emocional subyacente. Un ejemplo de esto es el comportamiento sexual irresponsable que incluye la exposición a la infección con VIH por la desvalorización del sexo seguro. Otros ejemplos son la compulsión sexual por encuentros ocasionales que provocan un vacío personal, el exceso de responsabilidades (estudio, trabajo) para evitar afrontar la satisfacción del deseo sexual o el abuso de drogas y/o alcohol.

Alcanzar una identidad sexual positiva implica desarrollar una autoestima relacionada con nuestra orientación sexual o identidad de género. Es decir, internalizar un sentido de igualdad social similar al del resto, valorando nuestra singularidad y la riqueza que proviene de ser nosotrxs mismxs, y superar nuestra propia homofobia internalizada. Una identidad afectivo sexual positiva implica liberación, inspiración, coraje, fortaleza, inconformidad, aceptación propia, aceptación de los otros, singularidad y amor. Esto es, ser nosotros mismos en todos los sentidos de nuestra existencia. ¿Estamos preparadxs para ver de qué se trata?

Encuesta sobre Diversidad Sexual

Encuesta para medir el nivel de conciencia sobre la realidad de la diversidad afectivo sexual.