por Javier S.
Entre los talleres para jóvenes gays y lesbianas que he facilitado, me gustaría compartir las experiencias de uno de ellos basado en Identidad Adolescente LGBT. Es mi deseo que este aporte sirva a todxs aquellxs que se encuentran en contacto con jóvenes LGTB en grupos de apoyo y reflexión como así también a educadores en general.
El mismo se inició con una lectura sobre las características de dicha etapa y luego se trabajaron dinámicas en relación al rol de las preguntas en la conformación de
identidad y la historia del nombre propio (origen en la historia familiar, significado personal, asociaciones, etc.). El taller finalizó con un trabajo de producción literaria basado en la escritura de minificciones (relatos breves).
Durante el mismo, se leyó el testimonio estremecedor de un chico gay antes de suicidarse y se propuso construir las preguntas que faltaron en esa historia de vida para poder definir un sentido de identidad gay desde el bien-estar. El testimonio leído es el siguiente:
“Me rechazo a mí mismo porque nada de todo esto hubiera pasado si yo
hubiera sido un chico normal heterosexual.”
Las preguntas a responder por lxs participantes fueron:
¿Qué soy?
¿Qué es normal?
¿A dónde voy?
¿Qué siento?
¿Las cosas son siempre “blanco o negro”?
¿Las cosas son siempre claras?
¿A quién entusiasmo?
¿Cuánto me quiero?
¿Cuánto me quieren?
¿Qué es querer?
¿Qué otras posibilidades tengo?
¿Por qué me discriminan?
¿Por qué me rechazo?
¿Qué gano rechazándome?
¿Quién dice que soy así?
Las minificciones partían de títulos previamente sugeridos, tales como:
- Ceniciento va al boliche
- ¿A qué hora te conectas? (Diálogo de Chat)
- El Bello y el Bestio
- Vendo Closet (Aviso Clasificado)
Las producciones fueron las siguientes:
Pablo Sosa
ESE MURO
Aveces no tengo ganas de explicar lo que me pasa,
¿por qué es tan dificil entender la diversidad de la masa?
Tengo tantas preguntas que hacerme, pera entender quién soy,
si los demas hicieran lo mismo, entenderían que pueden ser más
de lo que son,
que los límites son sólo imaginarios, que hay que mirar profundo
para crecer a diario.
A veces veo crecer ese muro tan alto, que me da mucho miedo,
es ahí cuando me detengo a pensar
y me doy cuenta que me estoy abandonando,
que soy yo el que está cediendo, el que se acorta,
el que se está dejando.
Es ahí cuando me crecen dos enormes alas,
y vuelo por sobre ese muro,
y por sobre los que puedan venir…
ESE MURO
Aveces no tengo ganas de explicar lo que me pasa,
¿por qué es tan dificil entender la diversidad de la masa?
Tengo tantas preguntas que hacerme, pera entender quién soy,
si los demas hicieran lo mismo, entenderían que pueden ser más
de lo que son,
que los límites son sólo imaginarios, que hay que mirar profundo
para crecer a diario.
A veces veo crecer ese muro tan alto, que me da mucho miedo,
es ahí cuando me detengo a pensar
y me doy cuenta que me estoy abandonando,
que soy yo el que está cediendo, el que se acorta,
el que se está dejando.
Es ahí cuando me crecen dos enormes alas,
y vuelo por sobre ese muro,
y por sobre los que puedan venir…
Jesús Bega
CENICIENTO VA AL BOLICHE
Este es el relato de un joven Ceniciento que desde chico fue estructurado por personas que no eran su propia familia (aunque muy cercanas a ellos).
Hasta que un día Ceniciento se dio cuenta que su vida no lo guiaba a la felicidad y no tenía porque seguir así por el simple hecho de conformar a esas personas (que le decían qué hacer) y a sus familiares.
Entonces hizo un gran cambio en su vida y comenzó a mirar qué era realmente lo que le hacía feliz.
Para eso empezó a experimentar cosas y conocer personas y darse cuenta cuál eran las cosas que le harían disfrutar y ponerle un sentido a su vida.
Y aunque para aquellas personas y sólo algunos familiares lo que hacía Ceniciento estaba mal, a Ceniciento no le importó porque no hacia mal a nadie ni a sí mismo tampoco. Una noche Ceniciento fue a bailar con sus amigos y conoció a su príncipe con el cual más tarde viviría feliz para siempre.
Este es el relato de un joven Ceniciento que desde chico fue estructurado por personas que no eran su propia familia (aunque muy cercanas a ellos).
Hasta que un día Ceniciento se dio cuenta que su vida no lo guiaba a la felicidad y no tenía porque seguir así por el simple hecho de conformar a esas personas (que le decían qué hacer) y a sus familiares.
Entonces hizo un gran cambio en su vida y comenzó a mirar qué era realmente lo que le hacía feliz.
Para eso empezó a experimentar cosas y conocer personas y darse cuenta cuál eran las cosas que le harían disfrutar y ponerle un sentido a su vida.
Y aunque para aquellas personas y sólo algunos familiares lo que hacía Ceniciento estaba mal, a Ceniciento no le importó porque no hacia mal a nadie ni a sí mismo tampoco. Una noche Ceniciento fue a bailar con sus amigos y conoció a su príncipe con el cual más tarde viviría feliz para siempre.
Javier Sosa
CENICIENTO VA AL BOLICHE
No eran las 12 ni hubo ratones ni calabazas. Pero había tacos y gibre. Hizo su entrada con un par de miradas frías como respuesta. Se fue a la barra. Endulzó su espera con speed y melón. Los haces de luz iridicente recorrían su figura: cuerpo esbelto, ojos marrones y una minifalda ajustada. Comenzó a disimular su presencia y a sentirse incómoda. Los minutos pasaban hasta que llegó la hora. Su celular vibró en su cintura y la emoción la atrapó. Sus ojos se humedecieron como cristales y su rostro empalideció. No hay noche para esta estrella. No hay hadas ni príncipes. Él le dijo que la historia había terminado y que no lo espere en el boliche. Luego de guardar su celular se dirige a la pista y baila. Baila para ocultar la ausencia y cuando algún chico se acerca para decirle algo, juega a no ver y a no escuchar. Su corazón está herido en primera persona del singular. Dentro suyo no puede borrar el rastro digital del mensaje que recién había leído. Esas palabras inesperadas la acorralaban en la histeria y la mentira. No habría reina para nadie esa noche.
No eran las 12 ni hubo ratones ni calabazas. Pero había tacos y gibre. Hizo su entrada con un par de miradas frías como respuesta. Se fue a la barra. Endulzó su espera con speed y melón. Los haces de luz iridicente recorrían su figura: cuerpo esbelto, ojos marrones y una minifalda ajustada. Comenzó a disimular su presencia y a sentirse incómoda. Los minutos pasaban hasta que llegó la hora. Su celular vibró en su cintura y la emoción la atrapó. Sus ojos se humedecieron como cristales y su rostro empalideció. No hay noche para esta estrella. No hay hadas ni príncipes. Él le dijo que la historia había terminado y que no lo espere en el boliche. Luego de guardar su celular se dirige a la pista y baila. Baila para ocultar la ausencia y cuando algún chico se acerca para decirle algo, juega a no ver y a no escuchar. Su corazón está herido en primera persona del singular. Dentro suyo no puede borrar el rastro digital del mensaje que recién había leído. Esas palabras inesperadas la acorralaban en la histeria y la mentira. No habría reina para nadie esa noche.
Matías López
CENICIENTO VA AL BOLICHE
kerida amiga: keria pedirte dusculpas x la carta del otro día y kería contarte ke me pasó algo muy raro. anoche salí al boliche como todas las noches y me pasó algo ke nunca pense ke me iba a pasar. conocí a alguien pero ella era como salida de 1 cuento. yo no se si es verdad o no, pero no se ke me pasa ella. era la misma chica de mis sueños. la misma persona de la ke yo me había enamorado pero ya estaba de novia. estaba con su chica… su pareja. sí amiga yo me había enamorado de cenicienta. huy casi me muero cuando la vi con su pareja. hay amiga ke mal. x ke justo a mí me viene a pasar esto. me kiero morir. espero ke esto no te pase como me pasó a mí.
kerida amiga: keria pedirte dusculpas x la carta del otro día y kería contarte ke me pasó algo muy raro. anoche salí al boliche como todas las noches y me pasó algo ke nunca pense ke me iba a pasar. conocí a alguien pero ella era como salida de 1 cuento. yo no se si es verdad o no, pero no se ke me pasa ella. era la misma chica de mis sueños. la misma persona de la ke yo me había enamorado pero ya estaba de novia. estaba con su chica… su pareja. sí amiga yo me había enamorado de cenicienta. huy casi me muero cuando la vi con su pareja. hay amiga ke mal. x ke justo a mí me viene a pasar esto. me kiero morir. espero ke esto no te pase como me pasó a mí.
Luciano M. Gómez
¿A QUÉ HORA TE CONECTAS? (DIALOGO DE MESSENGER)
. MARTIN: HOLA ¿ CÓMO ESTAS ?
. ALENJANDRO : BIEN , ¿ VOS ?
. MARTIN: BIEN
. ALEJANDRO: COMO DESAPARECISTE RATA PAGAME LO QUE ME DEBES
. MARTIN: YO NO TE DEBO NADA
. ALEJANDRO: SI ME DEBES. SI NO ME DAS LO QUE ME DEBES TE ROMPO LA CABEZA.
. MARTIN: ¿PERO POR QUÉ TANTA AGRESIÓN?
. ALEJANDRO: PORQUE HACE MESES QUE ME DEBES
. MARTIN: ACORDATE ALEJANDRO QUE YA NO SOMOS NADA Y SI FUISTE UNA SEMANA ENTERA A UN LUGAR Y YO T AVISE CON TIEMPO QUE NO IBA A ESTAR NO ME JODAS
. ALEJANDRO: CUANDO TE AGARRE TE REVIENTO PEND… DE MIE…
. MARTIN: BUENO HACE LO QUE QUIERAS . TOTAL YO SE LO QUE HAGO Y SE QUE A VOS NO TE DEBO NADA .
. ALEJANDRO: NO TE HAGAS LA VICTIMA ME DEBES HACE MAS DE 4 MESES CARA DE VER…. AH Y APARECÉ EN EL BOLICHE
. MARTIN: VOS NO ME VAS A DECIR LO QUE YO TENGO QUE HACER
. ALENJANDRO: ANDATE BIEN A MIE…
. MARTIN: HOLA ¿ CÓMO ESTAS ?
. ALENJANDRO : BIEN , ¿ VOS ?
. MARTIN: BIEN
. ALEJANDRO: COMO DESAPARECISTE RATA PAGAME LO QUE ME DEBES
. MARTIN: YO NO TE DEBO NADA
. ALEJANDRO: SI ME DEBES. SI NO ME DAS LO QUE ME DEBES TE ROMPO LA CABEZA.
. MARTIN: ¿PERO POR QUÉ TANTA AGRESIÓN?
. ALEJANDRO: PORQUE HACE MESES QUE ME DEBES
. MARTIN: ACORDATE ALEJANDRO QUE YA NO SOMOS NADA Y SI FUISTE UNA SEMANA ENTERA A UN LUGAR Y YO T AVISE CON TIEMPO QUE NO IBA A ESTAR NO ME JODAS
. ALEJANDRO: CUANDO TE AGARRE TE REVIENTO PEND… DE MIE…
. MARTIN: BUENO HACE LO QUE QUIERAS . TOTAL YO SE LO QUE HAGO Y SE QUE A VOS NO TE DEBO NADA .
. ALEJANDRO: NO TE HAGAS LA VICTIMA ME DEBES HACE MAS DE 4 MESES CARA DE VER…. AH Y APARECÉ EN EL BOLICHE
. MARTIN: VOS NO ME VAS A DECIR LO QUE YO TENGO QUE HACER
. ALENJANDRO: ANDATE BIEN A MIE…
Diego Pereyra
CENICIENTO VA AL BOLICHE
Ceniciento estaba muy solo. Se sentía rechazado por la sociedad heterosexual. Se escondía en el closet de día y salía de noche cuando había poca gente. Ceniciento se sentía inseguro y caminaba por las calles con miedo a que lo discriminaran, sin saber cómo responder por temor al repudio. Su familia lo rechazaba siempre cuando él hablaba de su orientación sexual. Su familia le cambiaba de tema. Iba al boliche pero no encontraba a nadie que lo registrara pero se puso la meta de no ponerse mal y no angustiarse tanto.
Ceniciento estaba muy solo. Se sentía rechazado por la sociedad heterosexual. Se escondía en el closet de día y salía de noche cuando había poca gente. Ceniciento se sentía inseguro y caminaba por las calles con miedo a que lo discriminaran, sin saber cómo responder por temor al repudio. Su familia lo rechazaba siempre cuando él hablaba de su orientación sexual. Su familia le cambiaba de tema. Iba al boliche pero no encontraba a nadie que lo registrara pero se puso la meta de no ponerse mal y no angustiarse tanto.
Leandro Coronel
EL BELLO Y EL BESTIO
Todos amaban al Bello. Sin embargo, éste amaba al Bestio y lo escondía en el closet, donde se suelen esconder los monstruos que asustan a quienes aún son niños.
Cuando este niño creció y se hizo bello a la mirada de las niñas crecidas, no temió más al Bestio y lo comprendió. Comprendió su angustia y su silencio; y se enamoró de todo lo grandioso de este ser.
Un día el Bello quiso compartir su amor por el Bestio, pero al sacar a éste a la luz, se transformó él mismo en Bestio ante la mirada de los otros. A pesar de las miradas de ceño fruncido, ellos bien sabían que eran dos bellos bestios.
Todos amaban al Bello. Sin embargo, éste amaba al Bestio y lo escondía en el closet, donde se suelen esconder los monstruos que asustan a quienes aún son niños.
Cuando este niño creció y se hizo bello a la mirada de las niñas crecidas, no temió más al Bestio y lo comprendió. Comprendió su angustia y su silencio; y se enamoró de todo lo grandioso de este ser.
Un día el Bello quiso compartir su amor por el Bestio, pero al sacar a éste a la luz, se transformó él mismo en Bestio ante la mirada de los otros. A pesar de las miradas de ceño fruncido, ellos bien sabían que eran dos bellos bestios.
Fabián Suligoy
CENICIENTO VA AL BOLICHE:
Es de noche. Ceniciento le cuenta a su mejor amiga que está re-caliente. Sus hormonas están al máximo. Va camino al boliche. Su compañera de la escuela y de la vida lo nota alsado y le dice “cuidate”.
¿Cómo será el chico que se enamore de mí? ¿Cómo será nuestro noviazgo?¿Le gustaré mucho? ¿Me llamará por teléfono todos los días? ¿Me mirará a los ojos? ¿Sonreirá cuando me mire?
Cuántas luces de colores. ¡Qué lindo!”La Barquito” Qué nombre raro y a la vez gracioso. ¡Qué hijo de puta…! ¡Cómo se puso a zapatear arriba de las mesas! ¡Y con esos tacos! ¡Ja, ja, ja! Esto está buenísimo. Qué linda le queda la pollera, con todos esos volados. ¡Uy! ¡Ese chico me mira! ¡Qué lindo es! ¡Sí, gracias! Me gusta la cerveza.
_¿Vamos al baño? _Sí, dale. _¡Vení, vení para acá!
¡Ay, que lindo, vamos a estar solos, voy a poder besarlo! ¡Qué bueno!¡Creo que él puede ser mi novio! ¡Qué bueno, ya tengo novio!
_Bajá.
Bueno, no tenías que empujar mi cabeza hacia abajo de esa manera (pienso).
Estoy ansioso, espero que hoy vuelva a mirarme y hablarme.
Ya no me saluda más. ¿Ni siquiera un saludo? Tan de repente debe acabar. Ya veo. Cómo duele. Ya entiendo.
Es de noche. Ceniciento le cuenta a su mejor amiga que está re-caliente. Sus hormonas están al máximo. Va camino al boliche. Su compañera de la escuela y de la vida lo nota alsado y le dice “cuidate”.
¿Cómo será el chico que se enamore de mí? ¿Cómo será nuestro noviazgo?¿Le gustaré mucho? ¿Me llamará por teléfono todos los días? ¿Me mirará a los ojos? ¿Sonreirá cuando me mire?
Cuántas luces de colores. ¡Qué lindo!”La Barquito” Qué nombre raro y a la vez gracioso. ¡Qué hijo de puta…! ¡Cómo se puso a zapatear arriba de las mesas! ¡Y con esos tacos! ¡Ja, ja, ja! Esto está buenísimo. Qué linda le queda la pollera, con todos esos volados. ¡Uy! ¡Ese chico me mira! ¡Qué lindo es! ¡Sí, gracias! Me gusta la cerveza.
_¿Vamos al baño? _Sí, dale. _¡Vení, vení para acá!
¡Ay, que lindo, vamos a estar solos, voy a poder besarlo! ¡Qué bueno!¡Creo que él puede ser mi novio! ¡Qué bueno, ya tengo novio!
_Bajá.
Bueno, no tenías que empujar mi cabeza hacia abajo de esa manera (pienso).
Estoy ansioso, espero que hoy vuelva a mirarme y hablarme.
Ya no me saluda más. ¿Ni siquiera un saludo? Tan de repente debe acabar. Ya veo. Cómo duele. Ya entiendo.
Rubén M. Castillo
MANUEL, EL CLOSET Y UN AVISO QUE AYUDÓ
Manuel decidió salir del closet. Sabía que no seria una tarea fácil. Su padre era un tipo muy machista y conservador, su madre católica practicante y sus amigos sólo pensaban en chicas.
Era su cumpleaños número 18, pensaba que al pasar su mayoría de edad se sentiría más libre y preparado para hacerlo. Pero no todo se dio tan fácil.
Su padre parecía aceptar su orientación sexual pero no avalaba ciertas conductas. Su madre lloro días enteros y sus amigos lo hicieron a un lado.
Sabía que todo no podía terminar así, el sentía que no podía quedarse con esas respuestas, que debía cambiar la forma de pensar de los demás.
De repente se encontraba sentado solo en un banco de la plaza y mirando un diario viejo tirado a su lado, una idea vino a su cabeza.
“Vendo closet, 18 años de uso.
Húmedo por las lágrimas de su dueño.
De fácil secado con amor y comprensión
de personas dispuestas a ayudar a su dueño
a romperlo definitivamente.
Consulta con tu hijo, amigo o hermano.”
El aviso salio publicado en varios diarios del pueblo y causo mucha repercusión entre la pequeña población. Muchos siguieron con su postura, pero fueron más los que se acercaron y de a poco trataron de comprenderlo. Él ahora sabía que a muchos puede costarle abrir su mente y corazón a nuevas formas de ser, pero al menos hizo algo y eso puede haber sido mucho para otros.
Manuel decidió salir del closet. Sabía que no seria una tarea fácil. Su padre era un tipo muy machista y conservador, su madre católica practicante y sus amigos sólo pensaban en chicas.
Era su cumpleaños número 18, pensaba que al pasar su mayoría de edad se sentiría más libre y preparado para hacerlo. Pero no todo se dio tan fácil.
Su padre parecía aceptar su orientación sexual pero no avalaba ciertas conductas. Su madre lloro días enteros y sus amigos lo hicieron a un lado.
Sabía que todo no podía terminar así, el sentía que no podía quedarse con esas respuestas, que debía cambiar la forma de pensar de los demás.
De repente se encontraba sentado solo en un banco de la plaza y mirando un diario viejo tirado a su lado, una idea vino a su cabeza.
“Vendo closet, 18 años de uso.
Húmedo por las lágrimas de su dueño.
De fácil secado con amor y comprensión
de personas dispuestas a ayudar a su dueño
a romperlo definitivamente.
Consulta con tu hijo, amigo o hermano.”
El aviso salio publicado en varios diarios del pueblo y causo mucha repercusión entre la pequeña población. Muchos siguieron con su postura, pero fueron más los que se acercaron y de a poco trataron de comprenderlo. Él ahora sabía que a muchos puede costarle abrir su mente y corazón a nuevas formas de ser, pero al menos hizo algo y eso puede haber sido mucho para otros.
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